Todo comenzó con un leve movimiento parecido a un ataque de hipo.
Rebecca Coates había dado a luz a su hija Bailey y unas horas después notó que algo no estaba bien con su bebé.
“Se movía de una forma realmente extraña, incluso cuando estaba tapada con la manta, entonces llamé a la enfermera para asegurarme de que estuviera respirando bien”, comentó Coates a FoxNews.com.
Bailey recibió todas las revisiones por parte del personal del hospital, pero los movimientos parecidos a un ataque de hipo no cesaron. Después del alta de Bailey, Coates hizo una consulta con un neurólogo pediatra.
“Programaron una resonancia magnética, y allí fue cuando descubrieron que había tenido una apoplejía”, dijo Coates.